(Puesta de sol en casa, hoy 02 de noviembre 2009)
Qué será lo que tienen las tardes y las puestas de sol que uno se queda mirándolas, sin más, como bobo, entre el misticismo y la cursilería, solo viéndolas, despidiendo al sol, reclamándole quizás que mañana se vaya más tarde, que hoy no me dio tiempo a hacer lo que quería... Y cómo me va a alcanzar para hacerlo si perdí el tiempo mirando la tarde!
Pero sí, también agradeciendo los colores que solo se ven en esa dirección y en ese preciso instante.
El caso es que hoy pensaba en esas cosas que hago repetidamente y sin querer, esas cosas que la gente me dice que hago y yo no recuerdo. Si varias personas me dicen en distintas ocasiones "vaya, esperaba una respuestas más animosa y alentadora", probablemente tengan razón. Son varios contra uno. Suficiente para tenerla.
Ya no hace falta que me lo digan, a veces me doy cuenta yo solito justo después de soltarla. Pero cómo evitarlo. Puede que no sea el tipo de las respuestas alentadoras y animosas, pero desde luego una cosa sí; son sinceras.
Y según con quién, me resulta más o menos fácil hacerlo.
La semana pasada me sucedió de nuevo. En un momento que podía haber sido glorioso, poético, fui y me la mandé otra vez... Pass!
Así que empezaré de ahora en adelante una dieta. Una dieta de objetividad controlada y más buenrollismo, balanceada, un poquito de esto y un poquito de lo otro, procurando no ser el objetivizador aguafiestas, que a veces la fiesta aguada es la mía propia!
Hay que ser pelotudo, como decía mi amigo Tano (che, no siempre soy "el agudo", viste?). Ni ha fallecido ni hemos dejado de ser amigos, por cierto. Si digo "decía" es porque hace tiempo no se lo oigo ni leo decir más.
Me recordó a aquella vez en que Maylín, en quinto grado, me preguntó si la querría siempre (¡5º grado!), si seríamos amigos siempre, y le dije "es probable que no, quién sabe...". El caso es que entre adultos esas respuestas son una sentencia. En cualquier caso, a menudo no te preguntan para saber tu opinión sincera; te preguntan para oír algo que les anime.
Aun recuerdo a menudo a mi amiga de la infancia Maylín.
Siempre serás "EL Agudo"! No lo dudes!
ResponderEliminarY si no me escuchas -o lees- decir "Pelotudo" por ahi, es porque, simplemente, queda mal escribirlo tanto!!! jajajaj
Abrazo y me quedo con tu pregunta... que tendran las tardes, como las mujeres, que no podes evitar quedarte mirandolas... no?
Abrazo :)
Efectivamente, Tano, esa pregunta... Y por supuesto, tu aportación a la regunta.
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