1 jul 2009

¿Latinoameriquear o levantar cabeza...?

A mi amigo T., como comentario a su post sobre el malestar que le produce la actual situación en Honduras y la incertidumbre de si Latinoamérica está condenada al fracaso. Con todo el cariño, T., y sabes que tampoco soy un gran entendido del tema.

"¿Acaso será que los latinoamericanos viviremos siempre condenados a las turbulencias políticas, financieras y sociales? Prefiero creer que no, pienso un poco esperanzado."

Oh, amigo...
Yo más bien pienso desesperanzado y con todo asumido. Creo que sí, que Latinoamérica permanecerá sin levantar cabeza nunca.
Es de esas cosas que uno dice tranquilamente convencido y al mismo tiempo deseando estar equivocado. Ojalá y dentro de algunos años algún amigo me recriminara: "ves como estabas equivocado, Miguelito?!"...
Como dices, es complejo y con un montón de piezas alrededor, objetivas y subjetivas, pero demostradas al fin y al cabo, me parece. Es una putada. Somos muchos los que tenemos a seres queridos allí y los que hemos pasado años de nuestra vida allí.

No sé si definitivamente será relevante, pero la tan prolongada incidencia de los rayos del sol durante el año parece no ayudar a los pueblos que viven bajo ella... ¿Denominador común? Religiones, siglos de cultura firmemente asentada con sus ensayos y errores, guerras mundiales (que de repetirse, quizás ya no den segundas oportunidades), complejos de raza y sangre, complejos de inferioridad y supremacía entre millones de vecinos. Y sobretodo, la falta de resignación a pasar por algunos aros, porque está muy bien visto no "humillarse" frente a los demás y hay que simplemente estar a la altura de los más altos, del tirón y sin pasar por caja.
Y aún habiendo quien supere los complejos y esté dispuesto a pasar por caja, a ver quién es el guapo que pasa primero, a ver quién abre vereda.
En fin. Ojalá, un amigo me lo recrimine...

P.D. Yo no diría que en Latinoamérica casi se había aprendido a evitar las dictaduras... Sobretodo las de más de cincuenta años y con acento cubano (!). Ni obviaría las incipientes que se comen con arepa y cerveza Polar —y que me pisen y abucheen por quello de que fue elegido... Sí, sí, claro—.