Hace como mil años que no escribo nada en este blog. Y no será por falta de cosas; nació Ella, monté un negocio nuevo, cerré uno y otro, cambié en mi trabajo lo de estar asociado por lo de ir en "solitario", empecé a andar en bici, lo dejé, empecé a hacer otro ejercicio, que de vez en cuando dejo y retomo, aprendí a tocar canciones de Gabi, Fofó y Miliki al bajo para Ella (Fender y Ampeg siguen sonando insuperables hasta para esto), cada vez me gusta más vivir con M., han aparecido nuevas amistades, se han desecho otras, he redefinido mi umbral de paciencia y flexibilidad, a veces a más y a veces a menos, he estrechado vínculos con alguna gente y he dejado de perseguir a otra, me he dejado barba, hice algún que otro viaje por EE.UU., México, Colombia, islas del Caribe, Escocia, Alemania y Francia, he ganado y vuelto a perder (y vuelto a ganar) peso, he perdido innumerables horas en facebook, he puesto la casa patas arriba para reorganizarla y he superado el no volver a tenerla tan "ordenadita", he probado cosas nuevas de comer y de beber, bastantes, he comprado libros en papel y música en CD, me he partido con nuevos chistes que en su mayoría ya olvidé, he tuiteado dramas, humor, protestas y cosas curiosas con más o menos valor, he probado el envejecimiento de cócteles en barrica y en cristal, he escrito cosas que a muchos han gustado y a varios no les han hecho ni gracia, he pasado algún disgusto familiar que se ha resuelto sin mayores precios, me he desecho de alguna carga y me he echado otra agradable arriba... Y aún estamos ilesos y con ganas de ver y hacer más.
Esta vez retomo el blog, quién sabe hasta cuando, para celebrar los 8 meses de Ella, su crecimiento y algunas de las cosas que va descubriendo, como la nieve, la gravedad, las pinturas y el ponerse de pie (de esto último no hay fotos).
¡Felicidades, Ella!