2 may 2013

Ella crece

Hace como mil años que no escribo nada en este blog. Y no será por falta de cosas; nació Ella,  monté un negocio nuevo, cerré uno y otro, cambié en mi trabajo lo de estar  asociado por lo de ir en "solitario", empecé a andar en bici, lo dejé, empecé a hacer otro ejercicio, que de vez en cuando dejo y retomo, aprendí a tocar canciones de Gabi, Fofó y Miliki al bajo para Ella (Fender y Ampeg siguen sonando insuperables hasta para esto), cada vez me gusta más vivir con M., han aparecido nuevas amistades, se han desecho otras, he redefinido mi umbral de paciencia y flexibilidad, a veces a más y a veces a menos, he estrechado vínculos con alguna gente y he dejado de perseguir a otra, me he dejado barba, hice algún que otro viaje por EE.UU., México, Colombia, islas del Caribe, Escocia, Alemania y Francia, he ganado y vuelto a perder (y vuelto a ganar) peso, he perdido innumerables horas en facebook, he puesto la casa patas arriba para reorganizarla y he superado el no volver a tenerla tan "ordenadita", he probado cosas nuevas de comer  y de beber, bastantes, he comprado libros en papel y música en CD, me he partido con nuevos chistes que en su mayoría ya olvidé, he tuiteado dramas, humor, protestas y cosas curiosas con más o menos valor, he probado el envejecimiento de cócteles en barrica y en cristal, he escrito cosas que a muchos han gustado y a varios no les han hecho ni gracia, he pasado algún disgusto familiar que se ha resuelto sin mayores precios, me he desecho de alguna carga y me he echado otra agradable arriba... Y aún estamos ilesos y con ganas de ver y hacer más.

Esta vez retomo  el blog, quién sabe hasta cuando, para celebrar los 8 meses de Ella, su crecimiento y algunas de las cosas que va descubriendo, como la nieve, la gravedad, las pinturas y el ponerse de pie (de esto último no hay fotos).

¡Felicidades, Ella!

23 oct 2011

Capetown II, kids.

Este fin de semana se ha celebrado en Madrid una exposición de ilustradores, fotógrafos y otros artistas gráficos: Capetown II. Y el sábado por la mañana organizaron esta magnífica actividad en la que llevaron a varios niños, con ropa que pudieran manchar, pinturas de colores, en una habitación decorada con un mural (a 4 paredes) en blanco y negro y, al lado, un contrabajista y un saxofonista tocándoles música; "que fuera lo que dios quisiera"...

Puesta al día en 45 segundos

Parece que hace siglos que no publico nada y que no sucedió más desde el último post. Y ahora que lo releo, da un poco de yuyu pensarlo... Pero aquí estoy y no solo sí han sucedido cosas, sino que además han sido bastantes; he estado bastante ocupado. Solo por nombrar algunas, desde antes incluso de los últimos posts y sin meterme mucho en materia, que ya han pasado y su recapitulación detallada llevaría muchas líneas y tiempo:

1 mar 2011

El vacío

Sé lo que es la frustración. Es lo que siento desde hace meses con mis instrumentos (el bajo y el contrabajo) y con la música.

El resto de mi vida va bien.

Pero sé lo que lo que es la frustración.

21 feb 2011

Chiste: "El peluquero"

Un chiste que me han contado hoy...

EL PELUQUERO

Un día, un florista fue al peluquero a cortarse el pelo. Luego del corte pidió la cuenta y el peluquero le contestó: "No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario". El florista quedó agradecido y dejó el negocio. Cuando el peluquero fue a abrir el negocio, a la mañana siguiente, había una nota de agradecimiento y una docena de rosas en la puerta.

7 ene 2011

Parquímetros de Madrid

El Ayuntamiento de Madrid (no sé si otros en España) usa calculadoras con su propio algoritmo.

En Septiembre usé un parquímetro de los de la calle, zona verde, caro, a varios metros del coche, como ciudadano ejemplar. Ahora viene lo chungo:

La máquina anuncia "Máximo 1 hora --> 2 €".

Echas el dinero (cambio exacto, que no da cambio ni acepta tarjeta y los bares ya no cambian como antes), das al botón verde y recibes impreso el ticket, que dice:

29 nov 2010

Cielo a rayajos de colores

Alexia me gustaba cuando estábamos en 1er grado del colegio, o prescolar. Tendríamos unos ¿cinco, seis años? El viernes llegaba el gran momento en la clase: ¡dibujo libre, colores! Y Alexia me sale con eso de que el cielo era de colores, muchos, a rayajos, cuando todos los niños sabíamos que todos los cielos del mundo eran una de dos:

- azul claro de día (con un sol amarillo y dos nubes blancas y discretas) o
- azul índigo de noche (con un cuarto creciente de luna blanca)... Negro, si me apuras.

Y Alexia sale con esas... Yo creí que sería cuestión de falta de capacidad para decidir, por lo que ¡ala, uso todos los colores y me quito de problemas! Pero ahí seguía ella, terca e incomprendida. Qué rara. ¡Y más me gustaba!

En 3er grado mamá cambió de colegio y daría clases en otro más cerca de casa, así que nos mudamos los tres de colegio, mamá, mi hermana y yo. Nunca más supe de Ágata y Alexia. Pero de grande, ya con barba, vamos, me acuerdo a menudo del cielo a rayajos de colores. Y hoy, después de la primera nevada del invierno, atardece así.


21 nov 2010

Nataly Dawn y Jack Conte

En la entrada anterior puse un video y el enlace a los demás de Pomplamoose en los que hacen versiones de canciones conocidas. Ahora bien, con canciones propias Nataly Dawn y Jack Conte (Pomplamoose) siguen siendo tremendos. Nataly está ahora en mi lista top 5 de las cantantes y compositoras nuevas (para mí):




20 nov 2010

Pomplamoose # 1

Acabo de descubrir accidentalmente al grupo (dúo) que más me ha impresionado y gustado en los últimos bastantes meses. Se llaman Pomplamoose y hacen unas versiones que son unas delicias.

¡Los videos, buenísmos! ¡Y los dos lo mismo cantan que tocan bajo, piano, batería...!


12 sept 2010

Soltar o no soltar un guantazo

"Pero si fue sólo un pestañeo...". Es lo que pensé, convencido, una vez que me estrellé al quedarme dormido mientras conducía un furgón de carga. Y en un segundo me desperté a mitad del chirriante trayecto, dentro de la cabina, bocabajo, con el cinturón sujetándome, aturdido y sin enterarme de por qué tanto ruido y batuqueo... Y luego, ya consciente de la cagada, rogando que no me hubiera llevado por delante ninguna parada de autobús con alguna señora o niña esperando ir al colegio.

Desde entonces me costó durante años poder pegar ojo en ningún medio de transporte, en ningún asiento. El saldo, al fin y al cabo, fue una milagrosa lotería a mi favor; ni un rasguño, ni un herido llevado por delante. Sólo la chatarra volvió a ser chatarra y recordé entonces las paginillas de rarezas védicas que me prestaban de adolescente en Caracas, cuando uno se creía más místico de lo que sus naturales anhelos materiales le permitirían; "nada se crea ni se destruye; todo es energía que se transforma". Al margen de ese mensaje que no sé por qué recuerdo, todo quedó en un buen susto y una lección aprendida.

El caso es que solo un pestañeo, un descanso breve, basta para desorientarme a veces y cambiar la realidad por una alucinación. Del sueño a la vigilia el paso es violento y definitivo, no deja lugar a dudas. Pero el camino inverso no lo es; la frontera de la vigilia al sueño, de ser consciente de lo que me rodea a inventarme un escenario, no está tan clara y a menudo me queda esa dudilla de si actúo con sensatez y coherencia o en un abrir y cerrar de ojos, confiado, resulta que me he abandonado a los cantos de hadas. Porque las hadas tarde o temprano se cogen su break y cuando eso pasa y me doy cuenta de la que he liado, no hay marcha atrás. A lo hecho, pecho, como decía el abuelo.

¿Algún niño acepta tranquila y maduramente que sus padres le respondan: "Pues hijo, eso nunca llegas a saberlo y siempre existen nervios y dudas, incluso de adultos; la decisión debes tomarla tú..."? Sólo algunos pocos lo hacen. No queda otro remedio. Es lo que hay y al final nos hacemos a ello. A mí ya no me supone un marrón, uno del que me quiera escaquear, me refiero.

Por eso es que antes de dar un timonazo, me gusta hacer el repaso de si de verdad no voy a cagarla, que sirve para aplacar la arrogancia con la que me apetecía dar el puñetazo en la mesa. A veces no lo logro del todo. Tengo un amigo que nunca repara en ello y se las pega una y otra vez, a él y al que venga de acompañante.. ¡Ah!, pero es impulsivo, rápido y decidido, que eso tiene su valor.

Una amiga lo está pasando mal en estos días y es que las circunstancia que a diario tienes por privilegiadas, como la alegría de una familia, a veces se convierten en una limitación de mierda que dificulta el soltarle una galleta a uno en el trabajo y quedarte tan agusto, sin tener que sopesar las consecuencias.

P, a veces sucede. Los que te conocemos sabemos que vales más que eso, así que anímate.

Besos.

(esto es del pasado mes de junio, que quedó en el tintero vete tú a saber por qué)

9 sept 2010

Sobre seguridad y confianza en nuestro banco (¿?)

Hace una semana fui al banco a reclamarles un error en el ingreso de un cheque que hice personalmente en ventanilla; resulta que en mi cuenta nunca entró y a mi abuelo (que se llama igual que yo, por esa costumbre en algunas familias de imprimir en el infinito el nombre del primogénito, con mis respetos) le habrían dado una alegría si se hubiera dado cuenta a tiempo.

El caso es que cuando me atendieron en una mesa, sentadito, vi como una madre desabrochaba y sacaba del carrito a su hija de ¿2-3 años? que se aburría ahí postrada. La atendieron (a la madre) y se fueron las dos con sus diligencias cumplidas... PERO resulta que al siguiente de la cola no le podían atender porque la empleada de la ventanilla del banco había "perdido el sistema". Que se había apagado su ordenador y todo lo que iba conectado a él, vamos, pero bien apagado. Out. Finito. Kaputz. Palmadote. Nanski de nanski.

En eso llega a la oficina del banco un técnico que dice venir porque ha saltado una alarma del sistema... Y miran aquí y miran allá, entre cables, discos duros, botones. Si hubieran hurgado hace tiempo en la disposición de muebles e instalaciones fundamentales de la oficina, lo habrían evitado. Pero nada, no dan con ello y se van el técnico y el subdirector de la oficina, que ha tenido que interrumpir la atención que me daba con lo de mi cheque desviado, a mirar en un cuartito, asumimos que donde se encuentran los interruptores generales de los ordenadores y cosas así de importantes, tras una puerta con rigor y seguridad. Y a todas estas, la empleada de ventanilla va comentando en voz alta que vio a una niña pequeña "caminando por aquí" y que "quizás habría tocado algo en esta caja de la pared... ¿qué es esto? ¿puede ser aquí el problema?", a lo que los dos hombres le contestan con una mirada que viene a significar algo así como: "pero qué dices, mujer, ¿cómo va ser eso?"...

¡Pero! El técnico, que es metódico y prefiere no saltarse pasos intermedios por estúpidos que parezcan, echa un vistazo para asegurarse de que la cosa no es ahí... Sorpresa. "Sí, tienes razón, ese interruptor, al lado del rojo, súbelo, a ver"... Et voilá! Resuelto el misterio de la caída del sistema.

Junto a la ventanilla de atencion al público y a la altura de las rodillas de un adulto hay un cajetín de “brakers” eléctricos, como el que revisas en casa cuando se va la luz y levantas el del diferencial para recuperarla... Sólo que en esta oficina del banco, éste está al alcance de los niños, abierto ¡y tiene un interruptor para apagar completamente los ordenadores de ventanilla!

La niña, pobrecilla, jugando mientras la madre era atendida, bajo un botón que les quitó el sistema... Y de pronto lo de mi chueque me pareció una tontería tan grande.

¿Cómo se recupera un país así de la crisis?


8 sept 2010

Question on "Social Networking for Business"

Alberto, de Magnoliart, me ha sugerido echar un vistazo a este interesante video. Interesante no sólo por la respuesta que Seth Godin da a cerca de la efectividad o inutilidad de utilizar las redes sociales en un contexto empresarial, sino por la de videos aparte que uno puede encontrar de sus charlas.

Advertencia: no hay que atiborrarse viendo muchos uno tras otro, o podría convertirse en un tedioso tunel de "cursillos para aprender a ser alguien" como con un concetrado de libros de autoayuda. Pero si se miran sin fanatismo, tienen cosas muy interesantes para quienes se lo montan por libre en el mercado laboral y empresarial de hoy en día.

Gracias, Alberto.

24 ago 2010

Tal para cual (de Slayer y peluqueras)

Ojo, este post es perfectamente prescindible, ¡pero te echas unas risas...!

Hace tiempo que no escribo en el blog y apenas fuera de él. Cosas mías, quiero decir y que no sean quejas de la señora que me roza con sus rulos en el autobús o esas por el estilo. Y no porque no suceda nada; vete tú a saber por qué. El verano está siendo cojonudo. Con la contagiosa incertitumbre en lo laboral y lo empresarial a medio plazo, sí, pero lleno y movidito en lo personal —y para bien, eh—. Quizás el muro de facebook (y quien dice facebook, dice twitter) me lo pone tan fácil para decir tonterías, que me acomodo mucho y dejo lo de escribir posts para los que hay que entrar en blogger, editar, subir, etc.

El caso es que lo de hoy, que normalmente lo pondría en el muro de fb, sin más, lo de hoy se merece un puestazo en un post. Creo que he encontrado dos medias naranjas en la red que deberían conocerse, ¡en el mismísimo Diario de Patricia! Y que se explicaran cosas durante toda la vida. Me puedo imaginar a estos dos románticos de lo suyo en un interrogatorio policial intentando explicar lo que sucedió...

Mojad con pan...





14 ago 2010

Elementos fundamentales para el negocio moderno (Seth Godin)

Este post no es una originalidad mía. Una vez más "copio" y difundo cosas de otros que encuentro por ahí. Curioseando por Twiter he encontrado esta valiosa ¿curiosidad? en el blog de Ángel Barbero, que a su vez parafrasea en largo, o más bien traduce, a Seth Godin*. Esta lista es un adelanto, en síntesis, de su post:

Elementos fundamentales para el negocio moderno
  1. Construye sobre modelos virales. Considera la agrupación.
  2. No vendas productos que se puedan comprar más baratos en Amazon.
  3. Prima las suscripciones frente a las ventas puntuales.
  4. Intenta crear un entorno en el que tus clientes sean más felices cuando hay otros clientes haciendo negocios contigo (ver número 1 de nuevo).
  5. Trata a clientes diferentes de forma diferente.
  6. Genera felicidad, no te quedes sólo en satisfacer una necesidad con el esfuerzo mínimo.
  7. Apuesta en productos únicos, no en un sistema fácilmente copiable.
  8. Invierte en crear experiencias para el cliente que sean memorables, no en crear anuncios memorables.
  9. No construyas una fortaleza llena de secretos, apuesta en ser abierto.
  10. A no ser que haya una razón diferencial de negocio, invierte en software paquetizado y almacenamiento barato en la nube.
  11. El activo del futuro es la adopción por parte de la tribu (colectivo), no un producto barato.
  12. Ajusta los gastos al cash-flow, no te quedes sin dinero (no estamos en 1999).
  13. Trabaja como si hubiera escasez, pero actúa con abundancia.
  14. Las pruebas gratuitas generan demanda para la oferta de valor que propongas.
  15. Cuenta una historia, erige un mito, anda el camino.
  16. Planifica en base a la futura obsolescencia de tus productos (no de tus clientes).

* Y por si no os habéis dado cuenta, Seth Godin es el mismo autor de lo que traduje en mi post anterior acerca de la toxicidad de las reuniones. Acabo de darme cuenta de ello hace un segundo.

26 jul 2010

Las reuniones son tóxicas

Entre twits y twits encuentra uno mogollón de cosas. Esos enlaces acortados que nunca entendí son una caja de pandora. A veces al verlos ahí, en sus menos de 140 caracteres, de hecho, muchos menos, dudo si abrirlo o no, si hacer ese click sin retorno. Es que como sea algo bueno e interesante, me va a enganchar y si es una estupidez más de las que algunos ponen de vez en cuando en sus excitaciones entre avión y avión, me va a hacer perder el tiempo... ¡Y también me va a enganchar!

El caso es que en estos días vi uno que me gustó, de un tipo que no se anda con rodeos ni misterios, con un titular conciso que te da la idea de lo que el enlace mostrará. Como debe ser, vamos. Decía "Meetings Are Toxic for productivity" ("Las reuinones son tóxicas para la productividad"). Y es una explicación cojonuda de Seth Godin sobre cómo el afán por las reuniones sin ton ni son, como si ellas fueran TRABAJAR en sí mismas, no hacen más que hacer a uno perder el tiempo y molestar cuando alguien está de verdad más enfocado a producir que a comer mierda y al cuento.

Y esto es lo que decía, lo traduzco al español:

Las reuniones son tóxicas. No tengas (tantas) reuniones.

¿Realmente necesitas una reunión? Normalmente las reuniones surgen cuando un concepto no está lo suficientemente claro. En vez de recurrir a una reunión, intenta simplificar el concepto, de modo que puedas discutirlo rápidamente por email, o Instant Messenger, o Campfire. La meta es evitar las reuniones. Cada minuto que evitas emplear en una reunión es un minuto en el que puedes conseguir que el trabajo sea hecho.

No hay nada más tóxico para la productividad que una reunión. He aquí algunas razones:

• Rompen tu día de trabajo en pequeñas e incoherentes porciones que interrumpen tu flujo de trabajo natural.
• A menudo son acerca de palabras y conceptos abstractos, cosas no reales (como un trozo de código o el diseño de alguna interface).
• Normalmente conllevan una cantidad tremendamente pequeña de información por minuto.
• A menudo hay al menos un imbécil que inevitablemente toma su turno para hacer perder el tiempo de los demás con sinsentidos (y contando repetidamente su experiencia con Paris Hilton).
• Dejan más ideas a la deriva que un taxi sobre nieve espesa en Chicago.
• Con frecuencia tienen una agenda tan inprecisa que nadie en realidad está seguro de lo que se tratará.
• Requieren una preparación concienzuda que la gente rara vez lleva a cabo.

Para esas ocasiones en las que absolutamente sí necesitas una reunión (esto sería una rara eventualidad), sigue estas sencillas reglas al pie de la letra:

• Pon un temporizador a 30 minutos. Cuando suene el la alarma, se acabó la reunión. Punto.
• Convoca a la menor cantidad de gente posible.
• Jamás convoques una reunión sin una agenda clara.